martes, 19 de abril de 2016

BAÑERAS

La bañera es un espacio extraño, inventado más para las travesuras que para la higiene. También para el asesinato, como bien mostrara ya Jacques-Louis David. Sucesoras tardías y domésticas de las termas romanas, el cine las ha visitado con asiduidad, pues son la excusa perfecta para un desnudo. Pero también son un espacio inquietante, una especie de estrecho ataúd acuático y alicatado. Es el lugar en que volver a ser niños y redescubrir un cuerpo, con alegría y un punto lúdico, y también es el espacio en el que, entregados a la solitaria y a veces poco grata tarea de la higiene personal, podemos vernos atacados por presentimientos funestos.

Empezando por las repetitivas friegas de Jeanne Dielman, el silencioso emblema de mujer alienada ideado por Chantal Akerman, y terminando por las afiladas garras de Freddy Krueger emergiendo de la espuma, encontramos una variada gama de situaciones en las bañeras cinematográficas. Bañeras multitudinarias, como en Performance o Soñadores; inocentes distracciones infantiles para pasar el rato en el agua, convertidas en juegos eróticos, como en ¡Átame! de Almodóvaro inquietantes encuentros en cuartos de baño de habitaciones de hotel, como en El resplandor.  

Por todo ello, la bañera ha sido el terreno predilecto de las yincanas eróticas, de los sueños de grandeza emborrachados de espuma y también de los asesinatos más brutales, los que siempre pasan desapercibidos para los vecinos. 


La muerte de Marat, Jacques-Louis David, 1793

El resplandor (Stanley Kubrick, 1980)

Seis mujeres para el asesino (Mario Bava, 1964)

Soñadores (Bernardo Bertolucci, 2003)

Mein Führer (Daniel Levy, 2007)


Performance (Nicholas Roeg y Donald Cammell, 1970)

Ocho y medio (Federico Fellini, 1963)

Esplendor en la hierba (Elia Kazan, 1961)

El lector (Stephen Daldry, 2008)

Vosotros, los vivos (Roy Andersson, 2007)

I pugni in tasca (Marco Bellocchio, 1965)
 

Eternal sunshine of the spotless mind (Michael Gondry, 2004)

The Royal Tenembaums (Wes Anderson, 2000)

Je t'aime je t'aime (Alain Resnais, 1968)

Pesadilla en Elm Street (Wes Craven, 1980)

¡Átame! (Pedro Almodóvar, 1990)

Jeanne Dielman, 23, quai de commerce, 1080 Bruxelles (Chantal Akerman, 1975)

El vientre del arquitecto (Peter Greenaway, 1987)

La naranja mecánica (Stanley Kubrick, 1971)

Espartaco (Stanley Kubrick, 1960)

Scarface (Brian de Palma, 1983)

Identificazione di una donna (Michelangelo Antonioni, 1982)

El último tango en París (Bernardo Bertolucci, 1972)


Call me by your name (Luca Guadagnino, 2017)

El Gran Hotel Budapest (Wes Anderson, 2014)


El desprecio (Jean-Luc Godard, 1963)

El mar (Agustí Villaronga, 2000)


Mi vecino Totoro (Hayao Miyazaki, 1988)

Perfect blue (Satoshi Kon, 1997)

Rojo profundo (Dario Argento, 1975)



Verano del 85 (François Ozon, 2020)

Cleopatra (Joseph L. Mankiewicz, 1963)

Cuentos de la luna pálida (Kenji Mizoguchi, 1953)

Titane (Julia Ducournau, 2021)

The french dispatch (Wes Anderson, 2021)

Arrebato (Iván Zulueta, 1979)

Posesión (Andrzej Zulawski, 1981)
My own private Idaho (Gus Van Sant, 1991)

El diablo probablemente (Robert Bresson, 1977)







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