jueves, 21 de abril de 2016

CITAS PICTÓRICAS

En toda una serie de entradas vengo hablando de las fructíferas relaciones entre cine y pintura. De hecho, las artes audiovisuales no son más que la materialización de lo que ya tenían en mente los pintores de ciclos medievales: dar a la imagen una dimensión temporal. Aunque también podría decirse que los compositores de óperas tenían algo parecido al cine en mente al crear sus composiciones: dar a la música, que ya incluye en sí misma el tiempo, una encarnación visual. Aunque como solía decirse antes, esto último es harina de otro costal. 

Las relaciones entre cine y pintura son tan estrechas que muchas veces los directores de cine han caído en la tentación de citar una pintura en concreto. Es un desliz bastante usual, que hoy en día también se puede sustituir por la cita/homenaje/plagio al maestro del cine del pasado: véase Tarantino, véase Sorrentino. 

La cita puede tener diferentes intenciones. En algunos casos, amparándose en la supuesta ignorancia del espectador, la cita puede tener la intención de dotar a la películas un toque mayor de "distinción cultural" que no lo tendría de otro modo. En otros casos, mucho más loables, la intención consiste en lanzar un acertijo, no siempre evidente, al espectador más avispado. También puede haber una intención irreverente o paródica, como en el caso de Buñuel, o simplemente de homenaje personal. Y también puede darse el simple caso, cómo no, de que esquemas sacados de los códigos de la pintura se cuelen de forma involuntaria a la hora de crear una imagen poderosa.

Leonardo, Manet o van Gogh suelen ser los más citados, los más imitados. Sin embargo, otros artistas menos conocidos han sido directamente expoliados por su capacidad para crear imágenes inquietantes e irreales. Es el caso de Frantisek Kupka, citado en el Drácula de Coppola y también en...La historia interminable. 

Por su parte, hay cineastas que han trascendido la mera cita pictórica, haciendo del tableaux vivant y del encuadre frontal, tomando de referentes pictóricos, elementos indispensables de su estilo. Es el caso de Pasolini, cuya formación con Roberto Longhi se plasma en una gran cantidad de citas pictóricas, más o menos camufladas, a Leonardo, Mantegna, Giotto, Piero della Francesca o Brueghel. Su forma de rodar sería incomprensible sin ese bagaje pictórico detrás. También está el caso de Sokurov, cineasta que no podría comprenderse sin su interés por el arte y por la historia: en su Fausto se cita de forma deliberada a Altdorfer, pero también a Rembrandt y a Alfred Kubin.  

Por todo ello hay multitud de citas pictóricas, muchísimas más de las que aquí aparecen, sin duda alguna: desde las que van del calco a las que simplemente aluden, quizá inconscientemente, a las obras de los museos. 

Profonso Rosso (Dario Argento, 1975) / Piazza d'Italia (Giorgio De Chirico, 1915)

En la ciudad de Sylvia (José Luis Guerín, 2007) / Un bar en el Folies-Bergère (Édouard Manet, 1882)

Drácula de Bram Stocker (Francis Ford Coppola, 1992) / Ídolo negro (Frantisek Kupka, 1903)



Corazón de cristal (Werner Herzog, 1979) / El desprecio (Jean-Luc Godard, 1963) / Acantilados de Rügen (Caspar David Friedrich, 1818)

Los amantes habituales (Philippe Garrel, 2005) / Par de botas (Vincent van Gogh, 1886)

Vidas al límite (Agnieska Holland, 1995) / La naranja mecánica (Stanley Kubrick, 1971) / Ronda de presos (Vincent van Gogh, 1890)

Mamma Roma (Pier Paolo Pasolini, 1962) / Yanto sobre Cristo muerto (Andrea Mantegna, c. 1500)


Viridiana (Luis Buñuel, 1961) / Mamma Roma (Pier Paolo Pasolini, 1962) / La Santa Cena (Leonardo da Vinci, 1495 - 1497)

El espejo (Andrei Tarkovsky, 1974) / Cazadores en la nieve (Pieter Brueghel, 1565)


Valle de Abraham (Manoel de Oliveira, 1993) / El balcón (Édoauard Manet, 1868 - 1869)
Fausto (Aleksandr Sokurov, 2011) / La batalla de Alejandro en Issos (Albrecht Altdorfer, 1528-1529)


La historia interminable (Wolfgang Petersen, 1984) / La vía del silencio (Frantisek Kupka, 1900)


Frantz (François Ozon, 2016) / Je t'aime je t'aime (Alain Resnais, 1968) / El suicida (Edouard Manet, 1871)

Espartaco (Stanley Kubrick, 1960) / Cicerón denucia a Catilina (Cesare Maccari, 1880)




El mar (Agustí Villaronga, 2000) / Cristo muerto (Hans Holbein, 1521)


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