miércoles, 24 de agosto de 2016

MANOS

Versión revisada del artículo que publiqué en ¿Alguna idea? el 18/02/2014:



Es lógico que en un arte del gesto como es el cine las manos hayan tenido un papel protagonista. Aunque para ser sinceros, la importancia de la mano como vehículo de comunicación proviene del arte mudo por excelencia, la pintura. Muchas veces la disposición de las manos explica el significado de una pintura: la aceptación solícita de la visita en las manos de la Virgen en las múltiples versiones de "La Anunciación"; el sereno gesto pidiendo la palabra en el personaje barbudo de "La Flagelación" de Piero della Francesca o el saludo frío del comerciante Arnolfini en la pintura de Van Eyck; los sutiles juegos de manos de "Los tahures" de La Tour o de "La novia judía" de Rembrandt; el indice apuntando al cielo de los ángeles de Leonardo y del Platón de la "Escuela de Atenas" de Rafael, indicando al mundo superior de las ideas, o el gesto contrario, indicando a la tierra, a la naturaleza y sus verdades, del Aristóteles de la misma pintura...La lista de ejemplos es larga y abrumadora. 


El matrimonio Arnolfini (detalle), Jan van Eyck, 1434.

La flagelación (detalle), Piero della Francesca, c.1470

La virgen de las rocas (detalle), Leonardo da Vinci, 1486

La escuela de Atenas (detalle), Raphael, 1509 - 1510

El tahúr con el as de diamantes, Georges La Tour, c.1630
La novia judía (detalle), Rembrandt van Rijn, c.1665

De esta forma, no es de extrañar que el cine esté plagado de manos. Manos que rasgan un tejido o tantean el perfil rugoso de una pared. Manos que aprietan o acarician, que golpean o estrangulan, que ruegan o amenazan, que fabrican o escriben. Manos en reposo o en movimiento. Manos que danzan, o manos narcisistas que son conscientes de ser observadas. Pero entre todos los maestros de la filmación de manos descuella Robert Bresson, para el que las manos, siempre gráciles y con algo de pintura quattrocentesca, expresaban más que los rostros.  

  


Lancelot du lac (Robert Bresson, 1974)

Le samourai (Jean-Pierre Melville, 1967)

Un perro andaluz (Luis Buñuel y Salvador Dalí, 1929)

El espejo (Andrei Tarkovsky, 1974)

En cuerpo y alma (Enyedi Ildikó, 2017)

El ángel exterminador (Luis Buñuel, 1962)

Lazzaro felice (Alba Rohrwacher, 2018)

Stalker (Andrei Tarkovski, 1979)

La sangre de un poeta (Jean Cocteau, 1929)

Videodrome (David Cronenberg, 1983)

Lolita (Stanley Kubrick, 1962)

Drácula de Bram Stocker (Francis Ford Coppola, 1992)

El diablo probablemente (Robert Bresson, 1977)

La doble vida de Verónica (Krzysztof Kieslowski, 1990)

El dinero (Robert Bresson, 1983)

El sur (Víctor Erice, 1983)

Arrebato (Iván Zulueta, 1979)

El médico (Philipp Stölzl, 2013)

El color de la granada (Sergei Paradjanov, 1968)

El rey de la comedia (Martin Scorsese, 1983)

El árbol de la vida (Terrence Malick, 2011)

Neon Genesis Evangelion (Anno Hideki, 1996)

Primavera tardía (Ozu Yasujiro, 1949)



Call me by your name (Luca Guadagnino, 2017)

Viridiana (Luis Buñuel, 1961)


L'avventura (Michelangelo Antonioni, 1960)

Teorema (Pier Paolo Pasolini, 1968)

El discreto encanto de la burguesía (Luis Buñuel, 1972)

Vertigo (Alfred Hitchcock, 1958)

Deseando amar (Wong Kar-Wai, 2000)

        
Inferno (Dario Argento, 1980)

Dune (Denis Villeneuve, 2021)

First reformed (Paul Schrader, 2017)

La chinoise (Jean-Luc Godard, 1967)


Drive my car (Hamaguchi Ryusuke, 2021)

La edad de la inocencia (Martin Scorsese, 1993)

Excalibur (John Boorman, 1981)

Tésis (Alejandro Amenábar, 1996)

Pickpocket (Robert Bresson, 1959)

Past lives (Celine Song, 2023)

Monstruo (Koreeda Hirokazu, 2023)

La sociedad de la nieve (Juan Antonio Bayona, 2023)

The Northman (Robert Eggers, 2022)

Masacre: ven y mira (Elem Klimov, 1985)

Cure (Kurosawa Kiyoshi, 1997)

La rodilla de Clara (Eric Rohmer, 1970)





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