Finalmente me he decidido a volver a ver Vidas pasadas, la ópera prima de la directora coreano-canadiense Celine Song, siguiendo una idea lanzada en el anterior post. ¿Qué decir de esta película que no apuntase ya? Mi enamoramiento sigue en pie. Me ha seguido pareciendo una película fantástica, aunque quizá ahora, con este segundo visionado, he reparado en lo que tiene de tarjeta postal de Nueva York, de película promocional de una ciudad. La ciudad apenas aparece retratada en su cotidianeidad y sí en casi todas vistas turísticas, algo justificado por la trama del film.
Aun así, la película no ha perdido su fuerza para mí, la forma en la que apela íntimamente a cosas vividas y a recuerdos borrados. Algunas críticas inciden en que la inmersión en los personajes podría ser mayor, pero yo creo que es más que suficiente para intuir todo lo que hay debajo. Quizá me esté dejando llevar por la emoción de lo nuevo, pero la película me ha seguido conmoviendo, algo que es plenamente subjetivo y no extrapolable a otro espectador. Esa sensación no solo la atribuyo a una historia interesante, emocionante per se, sino a la forma en la que está contada a través de las imágenes y los sonidos. Ahí es donde radican los aciertos de esta película.
En cuanto a la imagen, en la película abunda las panorámicas que siguen el movimiento de un personaje, o que a veces se desligan de él para encuadrar algún objeto. Predominan igualmente los reencuadres, con marcos de ventanas o puertas introduciendo cuadros dentro del cuadro, espacios recortados a los que se asoman los personajes, como si los viésemos desde la distancia. En cuanto a la música, si bien algunas veces subraya algunos momentos en exceso, permite unificar escenas en algunas secuencias más largas, como todo el bloque de la relación a distancia, acompañado por una música muy sutil, que no se superpone sobre la imagen. Solo cuando la relación se interrumpe la música cesa.
También hay algunas rimas visuales o repeticiones de planos. En dos ocasiones aparece el plano de un charco en la ciudad. En dos ocasiones también vemos a Hae Sung mirando soñador por la ventanilla de un coche, primero en la infancia, al inicio de la película, luego en la edad adulta, a modo de plano final. También el interior de un coche, con una sutil panorámica que lleva de un paisaje a un primer plano, anuncia la llega de Nora a Nueva York. Pero quizá el conjunto de planos más efectivo y repetido es aquel que muestra a Nora y Hae Sung de pie, plantados el uno frente al otro, separados por una línea invisible que divide en dos mitades el plano. O la penúltima escena, con una larga toma de ida y otra de vuelta hasta el taxi, casi rodada en plano-secuencia de no ser por el inserto de un breve diálogo en plano-contraplano.
En cuanto a la trama, en esta segunda visión me ha impactado todavía más el personaje de Arthur, el marido americano. Los dos coreanos tienen su protagonismo, claro está, pero no dejan de ser dos tipos que se aman sin darse cuenta, o dándose cuenta pero sin poder hacer nada para cambiar su situación (un poco como en In the mood for love, la película a la que hacía referencia en el anterior post). Pero el personaje de Arthur rompe con las previsiones iniciales creadas en torno a él, por toda una tradición literaria y cinematográfica previa, que lo esperarían posesivo y superficial. No es así. Celine Song hace que incluso el personaje verbalice esa larga tradición de marido celoso que se interpone en el amor. Arthur tiene miedo, pero sabe que hace lo correcto. Su forma de esperar en los escalones de entrada a su casa, en ese magnífico plano final, con su ida y su vuelta, resumen a la perfección su personaje. Algunos podrían pensar que hay demasiado buen rollo: pero son los tiempos que corren, y me gusta que sea así.
No ha sido este análisis muy sesudo ni complejo, sino basado en retazos que me han llamado la atención, quizá con más fuerza que la primera vez. La película me ha vuelto a gustar, aun a pesar de haber descubierto un poco su arquitectura interna. Lamento todavía profundamente no haber visto esta película inicialmente en el cine.
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