Como anunciaba en el anterior post, estoy pasando un tiempo de reposo. Afortunadamente estoy mejor que la anterior vez que escribí. Pero continuo con mi confinamiento (que siempre hay que ver desde un punto de vista positivo, pues me ha ahorrado las comidas familiares más multitudinarias).
No he encontrado estos días grandes cosas que ver, pero aun así tengo ganas de dejar mi testimonio (más que mi crítica) sobre lo visto durante estos días.
El teléfono del viento (Nobuhiro Suwa, 2020)
Sinopsis: Haru, de 17 años, emprende un largo viaje a través de Japón para buscar respuestas en una ciudad donde, en 2011, el devastador tsunami se llevó a su hermano y sus padres. Este viaje lleva a la joven, todavía atormentada por la pérdida, desde Hiroshima a Tokio, Fukushima y Otsuchi, donde una vez estuvo su hogar. En el camino se encuentra con otras personas y las historias de sus pérdidas (filmaffinity).
Esta segunda película que he visto de Nobuhiro Suwa me ha parecido una gran película, centrada en los que se quedan, en los que siguen viviendo cuando solo quedan los despojos de una vida arrasada por una catástrofe. Aun así, al igual que en la anterior película que vi de este director, se alargan en exceso las escenas de desgarro y dolor, obligando a seguir mirando incluso cuando la idea se ha comprendido. El recorrido enlaza el recuerdo de Hiroshima con el de Fukushima, de forma algo obvia, pero que no podría ser de otra forma. En ese viaje, Haru (Serena Motola) irá encontrando vidas rotas, reconstruidas de forma precaria, como la del ex-trabajador de la central nuclear que vive en su coche (Hidetoshi Nishijima). Como aspecto positivo, y no esperado, las leves notas de preocupación social, sobre todo en lo que respecta a la población inmigrante en Japón. Lo mejor de todo: la película consigue transmitir una sensación de vida real en todo momento.
Jurado #2 (Clint Eastwood, 2024)
Sinopsis: Justin Kemp, es un padre de familia que, mientras ejerce de jurado en un juicio por asesinato, se enfrente a un grave dilema moral que podría utilizar para influir en el veredicto del jurado y condenar - o liberar - al asesino equivocado. (IMDB)
Lo siento mucho, pero el cine de Clint Eastwood me deja siempre bastante frío. Reconozco sus méritos, en especial los de esta película. Soy consciente también de que el cine del veterano director norteamericano sea quizá de lo más profundo que se ha hecho en su país en los últimos veinte años. Sin embargo, no me atrae. Su corrección formal, la ausencia de florituras y su apego a un guion muy construido, elementos que para muchos otros serían un ejemplo de contención clásica, a mí me la hacen olvidable. Me recordó un tanto a 12 hombres sin piedad, con la que parece dialogar por momentos, como drama judicial que es. También por su excelente dirección de actores (Nicholas Hoult y Toni Collette, sobre todo), potenciando de forma muy efectiva el poder de las miradas. Quizá en un futuro sea capaz de valorarla con más sosiego (seguramente sea la mejor película que he visto en esta segunda tongada).
The Listerners (Janicza Bravo, 2024)
Sinopsis: Claire, una profesora de inglés, comienza a oír un ruido que nadie más a su alrededor parece percibir. A pesar de acudir a varias consultas médicas, ningún profesional consigue descifrar las causas. Ese sonido, aparentemente inocuo, distorsiona gradualmente la vida cotidiana de Claire, hundiendo la relación con su marido e hija bajo el peso de su creciente obsesión. Pero un día descubre que hay más gente a su alrededor que también puede oír lo que llaman "The Hum" (el Zumbido), incluido uno de sus alumnos.
Me acerqué a esta miniserie atraído por el tema, pensando que iba a tratar sobre la tinnitus, problema que por desgracia sufro en el oído izquierdo desde hace ya varios años. No iba sobre eso, luego explora otros temas (quizá demasiados), llegando al punto de convertirse en una cosa un poco loca, pero que en el fondo se deja ver y atrapa. Es una miniserie atrevida a nivel visual e interpretativo, dotada de una ambigüedad constante, que deja en ocasiones algo de mal cuerpo, al obligar al espectador a romper con esquemas mentales bien asentados (y bastante lógicos). Como elemento negativo, el maldito recurso al cliffhanger, tan propio de las series y al que esta se entrega sin tapujos. En resumen, tiene sus cosas sensacionalistas y conscientemente provocativas, pero se deja ver con naturalidad. A ello se añade una gran interpretación de Rebecca Hall, sobre la que recae en gran medida el peso de esta producción de la BBC.
Volveréis (Jonás Trueba, 2024)
Sinopsis: Después de 15 años juntos, Ale y Alex tienen una idea que podría parecer absurda: organizar una fiesta para celebrar su ruptura. Este anuncio deja perplejos a sus seres queridos, pero ellos se mantienen firmes en la decisión de separarse. (filmaffinity)
He tenido que superar notables prejuicios hacia la familia Trueba antes de sentarme a ver esta película. Las críticas eran buenas, quizá excesivas, pero al final no acabo de compartirlas (era lógico, dados mis prejuicios). Se deja ver, aunque con pausas, pero aborrezco ese toque frívolo que tiene, propio de aprendiz de Truffaut que juega a pensar que Madrid es París. Me toca mucho las narices y me impide entrar en el juego. Hablaba el otro día del toque madrileñita de Los años nuevos, cosa que en esta película se sale de la escala. Siempre digo que me gusta el juego del metacine, pero esta vez me ha parecido un ejercicio odioso, una capa de pintura para dotar a la película de la profundidad de la que carece. A ello se añade una dirección de actores un tanto titubeante, a pesar del buen acabado visual de la película. Lo sé, estoy siendo destructivo, pero ya he avisado: me caen gordos los Trueba. Pero, contrariamente a lo que hubiese pensado en un inicio, lo mejor de toda la película son las breves apariciones de Fernando Trueba. De todas maneras, tengo la sensación de que esta película sería más disfrutable sin conocer nada de lo que la envuelve.
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